Vilaflor es un municipio con una larga tradición artesana. Destacan labores de gran delicadeza como el punto de aguja y la roseta, que las expertas manos de las artesanas chasneras han ido trabajando y desarrollando durante muchos años.
El trabajo de las rosetas requiere de otras labores también artesanales como son:
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La elaboración de los piques: pequeña almohadilla con unos 5 cm de relleno, forrada en tela por los costados y con la tapa de piel donde se clavan los alfileres, en los que luego se enhebra la roseta.
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La tarea de unir las rosetas formando centros o paños en los que también se empleaba el punto de nudo, una de las variantes del “punto de aguja”.
Es un honor para el Ayuntamiento de Vilaflor poder contar todavía con artesanas como Clara Cano Quijada, la más veterana de nuestras roseteras, (que ha sido galardonada con el Premio a la Conservación del Patrimonio Agrario y de las Tradiciones Rurales de Tenerife 2010, que concede la Fundación Canaria Tenerife Rural, patrocinada por el Cabildo Insular), con Candelaria Fumero, Fredesvinda Hernández López, Rosa María Dorta Fumero, María Dolores y Ana Belén Cano Quijada…nuevas generaciones de jóvenes artesanas que se dedican a mantener vivo el oficio de las roseteras.
Aún así tenemos que asumir el compromiso de crear escuela, para recuperar y asegurar la continuidad de esos oficios artesanos que forman parte da la historia y la tradición de nuestras islas.